martes, 13 de octubre de 2009

Algo sobre Luz Y Fuerza

A veces es bastante molesto tener que chutarse opiniones y escritos de gente que cree saber sobre algo.
Sin ánimos de ser pretencioso, si me gustaría comentar algo que me ha inquietado los últimos días. Y es que como ya todos saben, lo sucedido con la Compañía de Luz y Fuerza del Centro puede tener muchas lecturas, unas a favor y otras en contra. Pero yo quisiera detenerme a reflexionar sobre algo que no tiene que ver con el hecho del desempeño de los trabajadores o con las políticas burdas y “Psudoneoliberales” del fallido gobierno de derecha de “Pipo” Calderón, si, fallido aunque gobierne a fuerzas con el ejercito.
Definitivamente no quiero sonar como revolucionario trasnochado, ni como estudiante revoltoso que se la pasa añorando procesos históricos que no fueron, pero me sorprende la manera en la que las ideologías capitalistas han permeado al grueso de la sociedad, lo comento así, por he notado que la mayoría de nuestros amigos, conocidos y familiares que trabajan, lo hacen bajo condiciones prácticamente de esclavitud; con sueldos que no alcanzan a satisfacer las necesidades básicas, con prestaciones que solo sirven para atarnos más a un estilo de vida bastante infeliz, sin seguridad social y cuando se tiene seguridad social, son malos servicios, como los prestados por el IMSS. Y entonces, cuando un grupo de trabajadores logra, ya sea por luchas legitimas, por acuerdos políticos o por la razón que sea, acceder a mejores condiciones laborales, el resto de la sociedad no duda ni un segundo en llamarlos “privilegios”…
¿De verdad alguien piensa que el aguinaldo, bonos por eficiencia, ayuda de renta, pagos en especie (o vales de despensa), cajas de ahorro y otras cosas similares son “privilegios”?
Definitivamente esas cosas tienen un nombre: “Derechos Laborales”
¿Privilegios?
Concesiones monopólicas de radio y televisión, impunidad legal llamada fuero, estructuras de gobierno serviles al interés personal, pensiones vitalicias de más de 180 000 pesos mensuales.
Esas cosas si son privilegios y los privilegiados de este país son personas como Emilio Azcarraga, Ricardo Salinas, Lorenzo Zambrano, Lorenzo Servitje, y tantos políticos posicionados y comunicadores serviciales al dinero y poder que se nos vengan a la mente; no una bola de trabajadores igual de esclavizados que los demás, pero con condiciones más dignas de trabajo que el resto.
Al final de cuentas esto no es mas que una opinión personal, sin datos duros, sin tecnicismos, sin ganas de incidir en la opinión de nadie. Pero si me incomodan esas opiniones que seguramente hoy celebran la extinción de LyFC y que añoran las condiciones laborales del “primer mundo”.Y conste que mi reflexión no tiene nada que ver con la cultura laboral en la clase popular mexicana. esa que celebra y fomenta la holgazanería y el mal servicio.
Pero si no se defiende el sindicalismo, (no el “charrismo” y “gangsterismo” sindical), será mejor resignaros al “out Sourcing”, a las jornadas de mas de 9 horas, al pago por honorarios, al crédito bancario de altísimos intereses y tantas y tantas prácticas abusivas de patrones que se sirven de trabajadores no organizados